Desperté ya entrada la noche, no se apreciaba mas luz detras de las cortinas semitransparentes, que la del alumbrado publico a unos cuantos metros.
El dolor de cabeza era el mas intenso del que recuerdo en mi vida, recuerdos? me pasan pocos por la mente en este momento.
Me acabe la jarra de agua que acostumbro tener al lado antes de dormir, y no concilio la sed. O es hambre?
Apenas puedo mantenerme en pie, el dolor de cabeza se ha intensificado, sigo escuchando el tambor, cada vez mas cerca, toca la misma secuencia desde que lo escucho, alcanzo a contar 75 golpes por minuto.
No es un tambor, el sonido me resulta familiar, constante como
un corazón,
No logro entender como lo escucho tan cerca, si no veo a nadie a mi alrededor.
Alcanzo a olerlo, de un dulzor inigualable, no puedo contenerme mas, corro despavorida buscandolo.
El primer trago lo senti en cada poro de mi piel, no se como paso tanto tiempo antes de decidirme a probarlo
