miércoles, 5 de noviembre de 2014

Acabemos con las bolsitas de dulces!

Hace un momento me encontre con esta entrada, la cual traduzco y comparto:


Basta ya. 
Basta de Tootsie rancios y silbatos rotos.
Basta de Kisses de Hershey a medio abrir y resortes de colores, deformes.
Basta de borradores por desmoronarse, y patos de goma que emiten humos.
Basta de plástico.
Basta con los dulces pequeños.

Basta de dulces baratos.
Basta de basura.
A veces nada es mejor que algo.
Así que adiós, bolsas de dulces, me enfadaste.
Y yo quiero saber: ¿Quién está conmigo?
Sé que mi amiga, Nina Badzin, está conmigo. O estoy con ella. Ella escribió acerca de los bolsas de dulces el año pasado en una revista infantil (ver aquí)
 "¿Por qué en el nombre de todo lo que es sensato es que los padres que perpetúan esta tradición sin valor de la entrega de basura al final de una fiesta?"
¿Por qué?
Ya no se fuma en los aviones, ni hacemos permanente en nuestro cabello, ni dejamos que se beba cerveza en los autos. ¿Entonces por qué seguimos repartiendo bolsas llenas de basura para agradecer a los niños por venir a las fiestas de cumpleaños de nuestros hijos?
¿Darles las gracias por haber venido?  ¿por qué?

Porque hace décadas alguien decidió, que hacer una fiesta, servir pastel, y entretener a una horda de niños ruidosos, y pegajosos no era suficiente?
¡No! La fiesta es más que suficiente! Golpeo mi pie al suelo (Y levanto mi pie y de nuevo golpeo el suelo con mi pie)
A menos que haya una necesidad de liberar al mundo de todos sus viejos dulces Jolly Rancher, no hay ninguna posible explicación de por qué todavía estamos repartiendo bolsas de dulces.
Suficiente con las cosas.
Vamos a cortar la basura.
Así que adiós bolsas de sorpresas. Adiós, bolsas de dulces. Adiós, basura.
No quiero recibirlas.
Y yo no quiero darlas.
Hace unos años, al final de una fiesta de cumpleaños que me hice a mi hijo, un niño pequeño vino a encontrarme. Su madre observaba.
Pensé que iba a darme las gracias.
Tonta de mí.
Él no lo hacia.
Él estaba pidiendo bolsa de dulces.
En realidad, la exigia.
Él me extendió su mano.
Una parte de mí quería regañarlo, otra parte de mi quería chocar los cinco a su mano extendida. No hice ninguno.
Hoy, recordando, desde que odio las bolsas de dulces, sé exactamente lo que debería haber hecho.

Darle ambas.

Tal vez este de acuerdo con que son bolsas de basura para niños, dulces nada saludables: chocolates, galletas, paletas, incluso chicles.

Mi opinion, en cuanto a dichas bolsas, es... Llénalas con tus dulces favoritos, los que te gustaría recibir (nada de chicles Pal, paletas sin sabor, dulces duros)


Vacaciones familiares 2014


Desde novios, a Sergio y a mi nos ha ilusionado ir a Disney juntos, al parecer. este año se nos hará realidad, y eso nos emociona aun mas!!

Tenemos tiempo para que el pollis de la casa conozca y reconozca a todos los personajes. Hasta ahora, y compartiendo el mayor de su tiempo con sus primas, no es de extrañar que su favorita sea "mimi", asi que tenemos mucho trabajo por hacer!!

Esperemos todo salga bien, y el proximo mes les comparto nuestras divertidas anecdotas...